El tratamiento se considera que debe ser multimodal, en este están implicados uno o varios profesionales clínicos, maestros-profesores, padres y el propio sujeto que sufre TDAH. Se requieren de distintas intervenciones:
Incluso se considera imprescindible para el abordaje del TDAH la necesidad de una cooperación estrecha entre padres, pacientes, y escuela, siendo el profesional clínico una especie de coordinador. Es importante valorar que es un trastorno crónico que por su curso longevo va a necesitar continuos planteamientos terapéuticos ante situaciones problemáticas de nueva aparición. Por lo tanto el plan terapéutico deberá individualizarse de acuerdo a los síntomas y a objetivos concretos (M.García-Giral y R. Nicolau, 2001)
La guía clínica para el TDAH publicada por Taylor et al (1998) también propone el tratamiento multimodal como tratamiento de elección, y en el artículo que el mismo Taylor publica sobre el grupo de profesionales Europeos (Taylor 1999) afirma "parecería como si la combinación de tratamiento comportamental con la medicación, es de particular importancia para obtener una respuesta excelente".
Los síntomas nucleares del trastorno: déficit de atención, hiperactividad e impulsividad son los que orientarán sobre la primera intervención a realizar.